lunes, 12 de noviembre de 2012
Lo bueno de la lluvia es que se funde con las lágrimas
Lo bueno de la lluvia es que se funde con las lágrimas. Tristemente cierto. Una unión inquietantemente perfecta a pesar de la antítesis de ambos conceptos. Supongo entonces, una antítesis perfecta. La lluvia, tan natural y necesaria para vivir, las lágrimas, la tristeza que todos intentamos evitar, y que no debería ser natural. Aunque pensándolo bien, estamos más acostumbrados a ella que a la lluvia. Inquietante también la perfección del momento en el que las gotas de lluvia cual amigo, consiguen que no se vean las lágrimas en tu cara al caer, como sí te dijese: no llores más, corazón.
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