domingo, 23 de febrero de 2014

Como dijo un romántico.

Y llega un día en el que quieres volver a escribir. Porque sí. Porque ha salido el sol, porque has reído, porque has disfrutado, porque te encanta Madrid, porque te encanta todo de esta ciudad y porque te encanta reencontrarte en sitios perdidos por los que antes no dejabas de pasear. Su vida, su sonido, sus calles. Mientras voy por la plaza de Oriente no puedo evitar pararme a mirar todos sus reyes, su historia. Su cielo. Madrid, eres increíble, pero es mucho más increíble recorrerte sin más, sin rumbo. Jamás me cansaré de verte, mirarte, observarte y disfrutar con un sólo rayo de luz sobre ti, porque en ti, todo es espectacular, majestuoso, hasta yo me vuelvo algo mejor. Una versión mejorada de mi. Y cada instante es para recordar. Gracias, Madrid. 


"Madrid yace envuelto en sueño, todo al silencio convida. José de Espronceda. "



sábado, 15 de febrero de 2014

Fire.

Y digo fire porque sí, al final, me quemé. Ya lo sabía, pero seguí ese juego que no sabía como iba a acabar. No lo sabía pero lo imaginaba. Imaginaba que iba a acabar así. El problema es que después de quemarme tengo la sensación de que algo va peor... Y no debería ser así. 
Ahora quedan dos opciones: hacer lo que me apetezca en cada momento o hacer lo que se que se supone que debería hacer. Pero sólo me apetece la primera opción. Creo. 
Esta claro, quemarse una vez no hace tanto daño... Pero dos, tres... No sé como pueden acabar.