sábado, 15 de febrero de 2014

Fire.

Y digo fire porque sí, al final, me quemé. Ya lo sabía, pero seguí ese juego que no sabía como iba a acabar. No lo sabía pero lo imaginaba. Imaginaba que iba a acabar así. El problema es que después de quemarme tengo la sensación de que algo va peor... Y no debería ser así. 
Ahora quedan dos opciones: hacer lo que me apetezca en cada momento o hacer lo que se que se supone que debería hacer. Pero sólo me apetece la primera opción. Creo. 
Esta claro, quemarse una vez no hace tanto daño... Pero dos, tres... No sé como pueden acabar.

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