lunes, 10 de marzo de 2014

Mi yo emo.

Lo bueno de perder unos apuntes del año pasado que deberías llevar una semana estudiándote pero que en verdad llevas sin saber nada de ellos desde que los hiciste (si, hay algo bueno) es que los buscas. Revuelves tu habitación (más). Revuelves tu armarios (más más).
"¿Esta camiseta me la he llegado a poner? ¡Pues que feaaaa!". De verdad esperas encontrar unos apuntes de como 30 folios en el armario, en el zapatero, ¡en el baño!
Pero nunca se sabe... una vez dejé el mando de la tele en el frigorífico.. pero esa es otra historia.

El caso es, que lo bueno de todo eso, es que encuentras cosas con más años aún que los apuntes perdidos, cosas que en su día también perdiste. Una lista de verbos acabados en -aba, una lista de canciones que te querías bajar con el emule, tu contraseña de la página oficial de los sims 1 online (¡qué locura!) y una lista de canciones y sus letras. Pero con las mejores frases subrayadas con subrayador bien fosforito (mejores, o mejor dicho, más goth y emo y tristes de las canciones) y sonríes para ti, cierras los ojos y te ves: Zapatillas negras anchotas con cordones de cuadros escoceses morados y negros, pantalón negro, cinturón de aquellos que había con tachuelas, sudadera negra con los botones morados y la capucha también, que yo iba muy a juego, pulsera negra de tachuelas en forma de estrella, los pendientes largos con calaveras, la mochila saco de rayas blancas y negras. El pelo oscurecido con henna castaña, porque el pelo claro no daba la suficiente sensación de pesimismo que yo esperaba. Y el flequillo en toda la cara, eso que no falte. Pero luego hacía pulseritas de hilo durante todo el verano. Ay, qué tiempos. Que recuerdos. Y menos mal que son recuerdos. He de reconocer que al volver a abrir los ojos lo primero que he hecho ha sido mirar el armario, seguía mi ropa de ahora... ¡qué alivio!

Por cierto, no he encontrado los apuntes.

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