Subo la música. A tope. No quiero oír nada. Aunque me falte la otra mitad de la conversación. Pero no puedo.
No quiero. Soy débil, si, pero sé que si vuelvo a escuchar me pondré a llorar. Y tengo muchas cosas que hacer. Muchas. Cobarde, si. Pero no quiero, es por mí, por mí, por mí y por mí. Esa guerra no es mía. Puede que sea algo que me incumbe, pero lo habéis/has convertido en algo que no me gusta. Ya te lo he dicho, y como está claro que no compartimos opinión, prefiero no saber nada, subir la música, y pasar. Como si no pasase nada. Cuando tenga tiempo ya lloraré, pero ahora mismo ese no es temario del examen de mi vida. Lo siento.
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