viernes, 6 de abril de 2012

Un rayo de luna

Aunque nadie lo crea, y a pesar de lo sumamente depresivo que puede sonar todo lo que he escrito, estoy feliz. Más feliz que de costumbre. Sonrío sin motivo alguno, y he conseguido volver a reírme a carcajadas. Me río a carcajadas hasta estando sola. 
Adoro la luna. Mucho más la luna llena. Y sólo puedo reconocer que cualquier cosa dicha bajo esa luna es sumamente especial. Y sincero. Esto es lo que me ha llevado a escribir todo esto en este justo momento, alumbrada por esta increíble luz blanca, mientras miro la fantástica y mágica figura blanca que me hace soñar despierta. Y revivir. Y recordar. 

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